COMPORTAMIENTO DE SUMISIÓN

Como aplacamos a un atacante o enemigo. Es típico entre los mamíferos en peligro el contorsionarse, llorar, encogerse para proteger las partes vitales. El rasgo más importante de la sumisión es aparentar pequeñez. Esto se consigue de dos formas: Doblando el cuerpo y rebajándolo en relación al atacante. El subordinado camina con los hombros encogidos y la cabeza baja.
En la forma más moderada aparece cuando un subordinado se inclina levemente mientras habla con un superior, o cuando lo hace el vendedor que ofrece mercancía al cliente.
Actos de sumisión son: la reverencia, el quitarse el sombrero, colocar las rodillas en el suelo ante un superior, una rodilla que se dobla, el besar la mano y un pie que se echa hacia atrás.
Solo en el culto religioso puede verse todavía la forma de respeto total, con las rodillas en la tierra. Si aplicamos, estos principios de comportamiento de sumisión a la realidad cotidiana, podemos manipular cualquier situación para apaciguamiento de alguien irritado.

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